Siempre hemos pensado que cualquier trabajo requiere unas 8
horas diarias para su buen desenvolvimiento, si no más. Bueno, estoy de acuerdo
que la dedicación es fundamental para ser productivo y, normalmente, la
dedicación implica tiempo y maduración, pero en el trading esta lógica se
revierte, siendo la relación tiempo-producción contraproducente.
El mercado explota nuestras debilidades psicológicas y
cuanto más tiempo estemos en él más vulnerables seremos a caer en alguna de
ellas. Debemos minimizar ese riesgo y jugar con las ventajas que tenemos, y
para ello debemos auto-establecernos un horario corto pero intenso.
Me explico, la mente humana sólo aguanta cierto tiempo al
máximo nivel y ese es el que debemos aprovechar en el mercado. Las pocas horas
que nos pongamos tenemos que centrar todos los sentidos y el 100% de nuestra
capacidad en las pantallas y una vez finalizado el horario cerrar y cambiar de
aires. Parece que no, pero agotan más 3 horas al máximo nivel que 6 a
rendimiento medio. Y repito que es en el rendimiento medio donde somos débiles
ante el mercado, donde las limitaciones psicológicas nos pueden hacer cometer
errores.
Ansia, desesperación, miedo, precipitación, venganza, son
algunas de las emociones que son más propensas a afectarnos cuanto más tiempo
llevemos en el mercado. Para evitarlo y aunque nos parezca extraño, debemos
reducir el horario de trabajo pero hacerlo más intenso.
Y en eso es fundamental la disciplina, aunque nos apetezca
quedarnos en el mercado o nuestro cuerpo nos lo pida (si es esto último más
razón para cerrar pantallas) debemos tratar de regirnos a nuestro horario,
porque es el momento en el que estamos menos expuestos al mercado.
El trading muchas veces no entiende de lógicas, por eso es
tan difícil.
¡Saludos!
Muy cierto Jose!!!
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