jueves, 8 de octubre de 2015

Pobre trader ilusionado.

Cuenta la leyenda que grandes salarios podían conseguirse apretando el ratón desde el sofá, que el esfuerzo y el trabajo eran cosa del pasado y una nueva era de encanto, dinero y libertad se abría para todos nosotros con el mundo del trading.

La ilusión colmó los medios y los más listos buscaron la intermediación entre unos y otros. Nacieron negocios, revistas, gurús y sobretodo muchas falsas palabras. Jóvenes, adultos y ancianos caían en este sueño que por desgracia muy pocos hicieron realidad, el camino más bien quedó inundado de bolsillos vacíos.

El fuego del sueño se sigue avivando día a día con promesas de un premio tremendamente seductor, una libertad muy cara que se vende demasiado barata. La falsa esperanza de optar a ese premio nubla el juicio de todos esos aspirantes, que se mueven más por el deseo que por la razón. Los viejos refraneros siempre llevan razón, nadie regala duros por pesetas, pero en este mundo se quiere hacer creer que sí.


Podre trader ilusionado, estas entrando en un mundo muy duro sin saberlo, sólo me queda desearte que el golpe sea suave y seas capaz de levantarte…

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