lunes, 11 de noviembre de 2013

Psicotrading: Cómo evitar las emociones en el Trading

Todos sabemos que el control mental y emocional es fundamental para tener éxito en los mercados, sin embargo, son muy pocos los capaces de llevarlo a cabo. ¿Por qué?

A pesar de que todos lo hemos leído una y otra vez no nos damos cuenta que el problema no es conocer la teoría sino aplicarla en nosotros mismos. Cuando entran en juego nuestras emociones tendemos a actuar de forma irracional, es decir, no pensamos las cosas como lo haríamos sin esos sentimientos y nos dejamos llevar por los impulsos que ellos generan. Es tremendamente difícil combatir contra el sistema impulsivo de uno mismo ya que es naturaleza humana y por ello debemos actuar en muchas ocasiones contra nosotros mismos.

En el momento de la verdad la mayoría de los traders no son capaces de ver este problema, ya que la iniciativa de uno mismo siempre prima sobre las demás y a pesar de lo que hayamos leído o estudiado tendemos a priorizar nuestra opinión. Nos creemos que estamos por encima del resto y especulamos con que a nosotros y a nuestra operación no le pase lo que tanto hemos escuchado. No nos damos cuenta que estamos cometiendo un error terrible ya que estamos siendo dominados por nuestro sistema emocional y no somos capaces de verlo.

Es muy difícil distinguir cuando actuamos de forma impulsiva y cuando lo hacemos de forma racional, y el mercado nos lo pone todavía más difícil cuando nos premia algún comportamiento emocional. Ganar una operación por intuición de tu subconsciente es lo peor que te puede pasar ya que acentúa tu conducta impulsiva y en el largo plazo vas a salir hundido.

Si leemos una y otra vez a traders con mucha más experiencia que nosotros y además observamos que todos coinciden en lo mismo, no debemos tratar de ponernos por encima, porque si lo hacemos es que estamos siendo dominados por los “fantasmas” de nuestra cabeza. En estas situaciones debemos luchar contra nosotros mismos, es decir, actuar en contra de lo que nos pide el cuerpo, es la única manera de conseguir dominar poco a poco nuestro sistema impulsivo.

Perdamos una operación y en vez de tratar de recuperarla demos una vuelta, saquemos al perro o preparémonos un café, pero nunca hagamos caso a lo que nos pide el cuerpo, que es recuperarla enseguida y cueste lo que cueste. Cuando volvamos más serenos veremos las cosas ya de forma racional y no emocional y podremos seguir operando de acuerdo a nuestro plan.

¡Disciplina, disciplina y disciplina!


Saludos.

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